Cuenta la leyenda que un grupo de españoles, comandados por el joven Francisco Cortés de San Buenaventura, sobrino de Hernán Cortés, surcó las costas de Jalisco y la Riviera Nayarit en busca de tesoros prehispánicos y conquistas.
Un día arribaron a las costas de Xiautla, conocida actualmente como Puerto Vallarta, donde ya los esperaban más de 20 mil indígenas, todos ellos con banderas de plumas en la mano y el carcaj, cilindro en el que se transportaban las flechas, listos para defender sus tierras.
Ante tal recibimiento, los españoles pensaron atacar, pero uno de los frailes bajó del barco rápidamente al encuentro de los indígenas, no sin antes tomar un estandarte de la Purísima Concepción y la Santa Cruz, y se arrodillo ante ellos.
Se dice que los destellos dorados del estandarte calmaron los ánimos de los nativos y soltaron sus armas. Fue ahí cuando la playa de la bahía quedó tapizada con las hermosas banderas de plumas de colores.
Es así como toma su nombre este territorio: Bahía de Banderas, mismo que recordará por siempre el primer encuentro de aquellos personajes que le dieron historia y cultura mestiza a estas costas del Océano Pacífico.
Por Maiky Ro.-