La tarde del jueves un comando atacó a balazos a Angelita Meraz León, quien era presidente del colectivo Unión y Fuerza por Nuestros Desaparecidos en Tecate.
La activista se encontraba en un salón de belleza de su propiedad en el municipio de Tecate, Baja California, cuando hombres armados ingresaron y le dispararon hasta quitarle la vida para luego huir sin que hasta el momento hayan sido detenidos.
Angelita se unió a los colectivos para buscar a su hermano Juan José, y apenas el año pasado denunció que descubrió que su hermano ya estaba en una fosa común sin que nadie le notificara y, al intentar recuperarlo, la Fiscalía informó que el cadáver no estaba en el lugar donde se había registrado, es decir, volvieron a perder el cuerpo de Juan José.
Tras el crimen de Angelita, el colectivo de madres buscadoras volvió a lanzar un llamado a los jefes del crimen organizado para que les tengan piedad y les permitan encontrar a sus seres queridos: “No nos estén matando, porque nuestro único pecado es amar a nuestros desaparecidos más que a nuestra propia vida y arriesgar nuestra vida constantemente por estar luchando por ellos”, dijo.
Por su parte, el presidente de México dijo en su conferencia matutina de este viernes que ya tienen identificado a los responsables y que su crimen no tiene nada que ver con la actividad de búsqueda que ella realizaba.