El alcalde reelecto ha demostrado la falta de organización y, por ende, de empatía hacia los ciudadanos, que esperan con ansias les cumpla con la promesa de darles despensas.
Como si estuviésemos en tiempo de campañas electorales, el alcalde de Puerto Vallarta, Arturo Dávalos Peña, prometió y no ha cumplido a la gente que, hoy por hoy, no tiene alimento para llevarse a la boca. El primer edil prometió, hace una semana, que apoyaría con 7,500 despensas para igual numero de familias que han perdido su trabajo y su ingreso por la crisis sanitaria y económica que atraviesa el municipio.
Estas despensas, dijo en un video subido a su perfil el pasado domingo 29 de marzo, serían para apoyar a quienes más lo necesitan y serían de libre acceso, siempre y cuando demostraran imposibilidad económica.
Sin embargo, los días pasan y todavía no hay fecha para el inicio de entrega de estas despensas porque ell alcalde, fiel a su costumbre alimentada por las viejas prácticas políticas, prometió el apoyo sin tener los elementos para otorgarlo.
En una entrevista radiofónica, Dávalos Peña dijo que no pueden dar más detalles de cuando iniciará el apoyo, porque no les han llegado los productos.
La evidente falta de organización al interior del ayuntamiento deja exhibido a Dávalos y a su grupo más cercano que, contemplando el contexto económico, no son capaces siquiera de armar pequeñas despensas.Pero esta acción de prometer sin importar que se cumpla o no, es algo que Dávalos conoce como la palma de su mano.
Solo hace falta recordar cuando prometió que denunciaría las irregularidades que encontrara en su gobierno y que, a pesar de haberlas mencionado en reiteradas ocasiones, nunca cumplió.
Tampoco cumplió con la investigación del desvío de recursos a FONACOT, que le costó al municipio varias decenas de millones de pesos. Menos cumplió cuando dijo que Seapal no sería más una agencia de colocación y ya podemos ver a su ‘gente de confianza’ incrustada para ‘mamar del presupuesto’.
Arturo Dávalos es, en conclusión, un político más, uno del montón, uno de los que promete porque puede, pero no cumple por apático e indiferente… Y así, le va a pedir el voto en 2021, que no se le olvide